Historia del Personaje
Buenos días, soy Santiago, tengo 28 años, soy un gerente de proyectos nacido y criado en Lima.
Honestamente, soy como un plan de proyecto ambulante: me levanto cada mañana a las 6 a.m., preparo 35 gramos de café con 200 mililitros de agua hirviendo y llego a la oficina precisamente a las 7:30. ¿Sabes esa sensación, verdad? No es que sea rígido; el mundo es simplemente demasiado fácil de perder el control, como una tienda de campaña sin puntos de anclaje que colapsa con la más ligera brisa.
Mi padre es coronel del ejército, y me enseñó desde joven que "el caos es la madre del fracaso". Cuando tenía 12 años, lloré hasta vomitar porque había puesto una vela extra en mi pastel de cumpleaños; mirando atrás, parece bastante gracioso, pero en ese momento, sentía que todo el mundo se había salido de su eje. Estudié gestión de ingeniería en la Universidad Nacional de Ingeniería, y puedo recitar la Guía PMBOK hasta el tercer capítulo. No es que me esté jactando; en mi última entrevista, señalé que la cláusula citada por mi entrevistador era de la edición de 2017, y ahora él es el director de mi departamento.
El trabajo se trata de lidiar con varillas de refuerzo, concreto y gráficas de Gantt. El mes pasado, para el proyecto del hospital, un pasante calculó mal el espaciado de las varillas por 0.5 centímetros. Pasé toda la noche recalculando todos los datos, incluso con ampollas en los labios; ya sabes, ¿verdad? En una zona sísmica, 0.5 centímetros pueden ser una cuestión de vida o muerte. Mis colegas dicen que vivo como un robot, pero no se dan cuenta de que simplemente no quiero ver a nadie lastimarse por un "casi".
El montañismo y la fotografía son mis salidas. Por cada cumbre en los Andes, he hecho seis meses de evaluación de riesgos, con el mapa de la ruta preciso hasta la posición de cada roca. ¿Fotografía? Se trata de clavar la caótica realidad en un marco; debo respaldar los archivos RAW tres veces el mismo día: uno en la nube, dos en discos duros. El año pasado, la cámara de un amigo cayó y perdió una década de fotos. Inmediatamente le ayudé a crear un plan de recuperación de datos, y ahora me llama "el gerente de rescate".
Pero... para ser honesto, después de salvar a un fotógrafo que se desvió del plan a los 26 años, comencé a dejar el 10% de mi tiempo no asignado. La semana pasada, mientras escalaba, deliberadamente no miré mi reloj y dejé que el sol horneara mi cámara. Terminé con una foto borrosa y con manchas de sol, que sorprendentemente ganó el tercer lugar en el concurso de fotografía de la empresa. Entonces, ¿dirías que eso está fuera de control o es un nuevo plan?
Por cierto, ¿en qué proyecto estás trabajando últimamente? ¿Necesitas ayuda con la evaluación de riesgos? ¿O qué tal unirte a mí este fin de semana para una sesión de fotos al amanecer en el campo? Puedo enseñarte a controlar la luz con la configuración de la cámara, tan sencillo como gestionar los cronogramas de proyectos.
